JESÚS LAPUENTE

Cuando se trata de Pop, JESÚS LAPUENTE es una de las propuestas más sólidas y a la vez delicadas de la escena en España. Aprovechando su nueva exposición “Ficciones” en la Galería Pepe Rebollo de Zaragoza, me pongo en contacto con él y le hago unas preguntas:

Hola Jesús, he estado mirando la biografía que tienes en tu web y me he quedado bastante impresionado. He podido ver que llevas bastante tiempo metido en esto; ¿cuánto tiempo llevas dedicado a la pintura y qué fue lo que te decidió a comenzar?

Lo de impresionar es por cosa de la edad. Creo que vine al mundo con un lápiz bajo el brazo, y eso fue a mitad del siglo pasado. Luego, después de abandonar los estudios de Derecho, me lancé al intento de vivir del dibujo y lo que le rodeara.

Después de varios años dibujando, exponiendo y haciendo incursiones en el mundo del diseño, aterricé en Madrid donde viví seis años trabajando como diseñador en varias revistas nacionales lo que me alejó del trabajo pictórico y de las paredes de las galerías.

Después, casi por azar, me fui a Huesca donde monté con otro socio una empresa de diseño y publicidad y durante varios años lo de la pintura permaneció dormido hasta que desde el Ayuntamiento me propusieron realizar una exposición que girara en torno a la obra de Las Meninas . Y ahí, el virus se despertó definitivamente y ya no se ha ido.



Cuando miro tu obra siempre me quedo fascinado por la enorme dosis de humor que respira, ya sea con la idea representada, los personajes, los títulos… ¿Es este humor parte del mensaje que quieres expresar con tu obra o simplemente estas divirtiéndote tanto como parece que te diviertes?

(ja, ja, ja) Me has pillado. Pensaba que no se notaba tanto. Me refiero a lo de divertirse pintando. Sobre todo, la diversión estalla en el momento de ir redondeando la idea, de imaginar la escena final. Una vez que el cuadro ya está acabado en la cabeza viene la parte seria: pintarlo.

El título forma parte de esa diversión. Unas veces surge en pleno proceso de composición y otras al finalizar el cuadro. Supongo que más o menos como en un relato.

Con el título o bien remarco algo que resulta obvio, o bien doy una pista, en clave de humor, de por donde van mis intenciones.



¿Qué fue lo que te hizo comenzar con la idea de mezclar diferentes elementos pertenecientes a otras obras conocidas? ¿Crees que esa intención permanece intacta en ti y en tu obra, o crees que ha cambiado durante tus años como artista?

La idea surge a lo largo del año 98. Mientras preparaba la exposición sobre las Meninas. Empecé por colocar elementos ajenos al cuadro; unos cotidianos, otros simbólicos. Hasta que empezaron a surgir otros como interpretaciones de Picasso reinterpretadas a su vez por mi, sustituir los elementos arquitectónicos del cuadro original por estructuras siguiendo los pasos de Mondrian…etc. Ahí encontré la clave para buscar entre el mundo clásico elementos que conjugaran con los míos.

Desde luego que esa intención va evolucionando con cada colección. Cada vez se hacen más complejos, su fusión es más intencionada hasta que en ocasiones, ésa es la única razón del cuadro.



Una de las cosas que mas me fascina de tu obra es la increíble cantidad de elementos que rescatas de la historia del arte. ¿Concibes tus obras cuando encuentras estos elementos, o los buscas para que casen con las ideas que llevas en mente?

Pueden ocurrir las dos cosas. Que el enamoramiento hacia una figura, un elemento, un paisaje me empujen a buscarles “pareja” o simplemente que nada más “redescubrirlo” me diga al oído con quien o donde quiere estar. El coloso falso podría ser un ejemplo de esto último: al ver la apabullante figura de Basquiat, lo coloqué de inmediato entre las brumas y asustando a esa multitud despavorida que huye en el cuadro de Goya.



Como curiosidad, ¿podrías decirme cuanto tiempo inviertes en crear una pieza nueva? ¿Empiezas bocetando en un cuaderno de notas, o empiezas directamente en el lienzo?

El proceso es casi siempre lento. Tras la idea viene buscar los elementos y comprobar que por postura, gestos, luces… pueden ir juntas. Si no es así, hay que hacer las modificaciones precisas (cuanto menos, mejor) para que puedan ir juntas sin que choquen y comprobar que la intencionalidad inicial no se daña. Normalmente durante el proceso hay muchos cambios . Aunque hago bocetos muy someros en papel, prefiero el ordenador porque me permite más agilidad a la hora de cambiar una cosa por otra hasta que lo doy por bueno. Me imprimo esa referencia y ya sólo queda la tela en blanco delante. Y según voy pintando también introduzco cambios.


Cuéntame acerca de las cosas que te inspiran para la creación de nuevas obras

No soy un pintor que vaya respondiendo a la actualidad social o cultural. No es ahí donde busco el motivo de nuevos cuadros. Generalmente son estados de ánimo y casi siempre intento que sean alegres para que el resultado sea divertido o fresco o por lo menos, luminoso. No podría hacer series críticas o divertidas en el sentido que lo hacía Equipo Crónica en los 70, sin embargo ese espíritu juguetón y repleto de guiños lo siento como mío pero con fines no “sociales” sino positivos y optimistas en si mismos.



De las piezas que has ido haciendo últimamente, ¿tienes alguna favorita?

Siempre la última (ja, ja, ja). No es del todo exacto. Aunque siempre lo que está en la tela es lo que más me entusiasma, no me olvido de mis otros “hijos”. Pero si he de ser concreto es El coloso falso, Músicos de estación, Cruzando Gran Vía… los que más se parecen a la imagen que llevaba en la cabeza antes de empezarlos.

Otro elemento que acaba de irrumpir en mi obra es el papel. En esta última exposición, Ficciones, he presentado ocho dibujos en los que mezclo acrílico y lápices y me ha resultado muy gratificante.


¿Viviendo y trabajando en Zaragoza (España), que tal ves el panorama actual del arte en esta ciudad?

Hay una gran actividad artística desde siempre. No hay muchas salas de arte pero las que hay siempre funcionan. De un tiempo a esta parte han surgido gran cantidad de artistas de todo género y sobre todo muy jóvenes que van aportando no solo aires nuevos sino muy frescos. Otras formas de expresión están cada vez más presentes como el street art y todo eso y ya van entrando en los circuitos normales de exhibición, aunque seguramente falta mucho para ser una ciudad a este nivel como Madrid, Barcelona y no digamos Londres, Berlín…etc. Pero todo se andará. Es cuestión de que quienes llevan las riendas de la cultura oficial se den por enterados y apoyen todo esto.


¿Estás ahora exponiendo una serie nueva en la Galería Pepe Rebollo de Zaragoza; ¿Que tal va? ¿Esta teniendo una buena respuesta de publico?

Ficciones estará hasta el catorce de febrero. Lleva solo la mitad del tiempo expuesta y ya ha pasado mucho público a verla. La sensación que percibo es de agrado. Y los comentarios son los de quien después de ver una colección mantienen una sonrisa en la boca y un punto de malicia en la mirada. Creo que sí, que gusta.



… ¿Algún plan para el futuro?

Los de cualquier pintor. Pensar ya en la siguiente exposición: qué temas voy a tocar, con qué elementos voy a divertirme, que claves nuevas no he usado aún, hacia donde dirigir las novedades… Buscar nuevos sitios donde exhibir la obra…


¿Algo que desees añadir a esta entrevista?

Casi no. Después de tanto hablar me siento como una radiografía, transparente, sin secretos. Creo que no bebería hablar tanto. ¿Qué tal si tomamos ya ese café?.